Leo: Signo de Fuego
El Sol, como el planeta que gobierna el signo de Leo, les confiere a estos nativos una naturaleza noble y majestuosa.
Los leoninos son líderes y directores, no seguidores, aunque su fuerte sentido del amor los lleva a hacer todo por quienes aman.
Son amigos leales y sinceros, tanto en la abundancia como en la adversidad.
Al ser un signo de carácter fijo, persisten con determinación y pasión en lograr sus objetivos, sin dejar nada a medias. Para aquellos que conviven con un Leo, la cara opuesta de la moneda es el Leo desalineado.
Esto se debe a que la brillante luz que nos brinda el Sol a veces puede volverse oscura debido a los malos aspectos de otros puntos en su carta astral. Un Leo infiel puede llegar a ser problemático.
Los Leos se asocian con la capacidad de organización y autoridad, ya que suelen asumir una actitud poderosa para impresionar a los demás.
Psicológicamente, los Leos tienen una gran necesidad de poder. Sin embargo, su principal característica es su gran corazón, generosidad, entusiasmo y capacidad de liderazgo.
Aun así, suelen dar una sensación de orgullo por su expresión poderosa y directa. Se puede decir que a su paso, el fuego lo consume todo, pues Leo es un signo de Fuego.
Los Leo tienden a olvidar fácilmente a quienes los han ofendido, siendo demasiado orgullosos para aprovecharse de sus victorias.
Al igual que el león, los nacidos bajo este signo suelen estar rodeados de un gran séquito, al que obsequian sin esperar nada a cambio, excepto un poco de admiración.
Y es que los Leo son realmente admirables y merecedores de afecto.
